Tipos de Suelos Laminados: Características e Inconvenientes
Los Suelos Laminados se han convertido en un pavimento de interior habitual gracias a sus excelentes características. Debes saber que existen diferentes tipos y que no todos son iguales
Si tuviéramos que clasificar, dentro del mundo de los pavimentos de interior, cuales han sido los materiales que más han llamado la atención de los consumidores durante las últimas décadas seguramente los suelos laminados estarían entre las primeras opciones.
Esta puede parecer una afirmación muy arriesgada, pero para confirmarlo no hay más que visitar algún centro de bricolaje o de reformas del hogar. En estos, los espacios dedicados a este tipo de suelos son mayores que los de cualquier otro tipo, incluso que los dedicados a la cerámica.
Este interés por parte del consumidor se debe a algunas de las ventajas de los laminados, entre las que destacan su instalación rápida y sencilla, una buena relación calidad/precio, fáciles de limpiar y mantener, gran variedad de estilos y una excelente sensación de confort.
¿Qué son los Suelos Laminados?
Si tuviéramos que dar una definición de suelo laminado muy concisa diríamos que este es un tipo de revestimiento para suelos de interior compuesto por varias capas, entre las que destaca la compuesta por fibras de madera, y que permite una gran variedad de diseños y texturas.
Composición
Aunque pueden existir ligeras diferencias, ya sea entre fabricantes o respecto a las gamas premium y de entrada, los suelos laminados están compuestos por 4 capas:
- Una capa sintética transparente que es la que añade la resistencia superficial a la abrasión del suelo y protege el diseño de la lama.
- Un papel decorativo donde está impreso el diseño en cuestión.
- Un tablero de fibras de madera, normalmente de alta densidad, que compone el cuerpo del suelo y determina en gran medida la calidad de este.
- Un papel kraft que sirve de barrera para el paso de la humedad desde el subsuelo y ayuda a la estabilización.
El Sistema de Clic o Anclaje entre Lamas
Para la colocación de una tarima flotante, como es el caso de los suelos laminados, es necesario que las piezas se mantengan unidas unas con otras. Esta función la cumplen las mecanizaciones realizadas en los bordes de las piezas o lamas, lo que se conoce como sistema de clic.
Este sistema debe permitir unir y separar piezas fácilmente de cara la instalación, y debe también mantener las piezas unidas frente a los movimientos naturales de la madera antes los cambios ambientales.
Si el sistema es malo o la instalación no es la correcta las piezas empezarán a separarse y se abrirán las juntas. Lo cual no es solo una cuestión estética, también se acelerará el deterioro del suelo laminado permitiendo el paso de la humedad y la suciedad.
La Base Aislante
Toda instalación del suelo laminado requiere la utilización de lo que se conoce como base aislante o foam. Esta se coloca entre el suelo laminado y el suelo preexistente, y tiene como funciones principales servir de barrera para el paso de la humedad desde el subsuelo hacia el suelo lamiando, amortiguar la pisada y reducir pequeñas irregularidades que pudieran existir en el piso.
Estas no tienen por qué ser sus únicas funciones, podemos encontrar aislantes para suelos laminados que tienen características adicionales como una mayor capacidad para nivelar irregularidades, aislamiento térmico y acústico, capacitación para instalaciones de suelos radiantes, propiedades antiestáticas…
Características, ventajas y Desventajas
Existen una serie de características que nos van a permitir clasificar los diferentes tipos de suelos laminados que podemos encontrar en el mercado.
Ventajas
- Gran variedad en diseños y texturas. Este es uno de los puntos fuertes de los suelos laminados. La utilización de papel decorativo (impreso) y las crecientes posibilidades en cuanto a texturas superficiales permiten no solo una gran variedad de diseños, también un gran realismo.
- Fáciles de mantener y limpiar.
- Instalación rápida y sin obra. La instalación es sencilla e incluso podría hacerla alguien aficionado al bricolaje. En la mayoría de ocasiones no requiere de obra.
- Excelente relación calidad/precio. No solo hablamos de que los suelos laminados no son caros (lo cual no quiere decir que debamos fiarnos de ofertas excesivamente baratas), sino que son baratos de instalar especialmente si los comparamos con otros donde se requiere mucha mano de obra, herramientas y materiales auxiliares.
Inconvenientes
- Humedad/Agua. Las filtraciones de agua son el gran inconveniente de este tipo de revestimiento para pavimentos. Si el agua se filtra, el tablero de fibras de madera se hinchará. Para reducir este problema hay que prestar atención al sistema de anclaje, ya que el agua se filtra por las juntas, y a la utilización de tableros hidrófugos de alta densidad para reducir el efecto del agua en caso de filtración. Se ha avanzado mucho en ambos sentidos, tanto que actualmente es fácil encontrar laminados aptos para cocinas y baños.
- Resistencia a golpes y rozamiento limitada. Aunque en este sentido ofrecen una resistencia más que considerable y suficiente incluso para usos comerciales intensos, no ofrecen la misma resistencia que otros tipos de pavimentos.
- No se pueden reparar. Si una pieza se daña será necesario sustituirla por una nueva. El comentario positivo en este sentido, es que en función de la localización de la pieza, la sustitución puede ser bastante sencilla y sobre todo económica.
- Efecto Mosaico. Se denomina al efecto generado cuando el número de piezas diferentes es reducido, es decir, se repite el diseño de cada lama con bastante frecuencia. Por ello es aconsejable consultar en las especificaciones técnicas el número de piezas diferentes. Este problema es habitual en los suelos laminados baratos.
Tipos de suelos Laminados
Podemos clasificar las diferentes clases de suelos laminados atendiendo a algunas de sus características técnicas y/o estéticas.
Según la Clase de Uso
Esta es la principal clasificación utilizada para catalogar los diferentes tipos de suelos laminados en función del uso que vayan a tener. Los divide en dos grandes grupos, aptos para uso doméstico y comercial. Y luego dentro de estos grandes grupos los subdivide en tres niveles de uso: moderado, general e intenso. Y se les asigna una numeración:
- Uso Doméstico:
- Moderado.
- General.
- Intenso.
- Uso Comercial:
- Moderado
- General.
- Intenso.
Esta clasificación se realiza según la norma europea EN 13329, donde se establecen las especificaciones y pruebas de ensayo para la catalogación. Se valoran los siguientes parámetros:
- Resistencia a la abrasión (AC).
- Resistencia al impacto (IC).
- Resistencia al manchado.
- Resistencia a las quemaduras superficiales.
- Efectos causados por patas de mobiliario y otros objetos.
- Hinchazón en espesor.
Según la clasificación AC
La clasificación AC mide la resistencia superficial o a la abrasión de diferentes tipos de suelos, entre ellos los laminados.
Aunque solo mide un aspecto, son muchos los consumidores los que atienden a esta variable, y lo identifican como un rasgo de calidad del suelo. Lo cual desde nuestro punto de vista es un error, ya que no considera otras muchas cuestiones, que además son más importantes.
Esta clasificación va del AC-1, nivel de desgaste inferior, hasta AC-5 (mayor resistencia frente al desgaste). Desde hace algún tiempo podemos encontrar también suelos laminados con valores AC-6.
Tenga en cuenta que, para un uso doméstico normal, un suelo AC-3 es más que suficiente. Es decir, por encima de esto es posible que esté sobredimensionando la instalación. Aunque por otro lado es muy complicado hoy en día encontrar un suelo laminado con una clasificación tan baja.
Según el Diseño
Cómo ya hemos comentado, las posibilidades estéticas con este tipo de revestimientos para suelos son enormes. Los podríamos dividir en diferentes tipos:
- Imitación de maderas, parquets y/o tarimas. Son las más habituales y demandadas.
- Imitaciones de baldosas: gres, baldosas hidráulicas, mármol…
- Creatividades. Diseños originales ofrecidos por algunos fabricantes.
Desde el punto de vista del diseño hay que prestar atención a varias cuestiones:
- Calidad del diseño. Este punto es obvio, y además en muchos casos es muy fácil de identificar. Un mal diseño de impresión y poco realista salta a la vista.
- Tamaño del patrón y/o repetición. Especialmente en el caso de laminados que imitan maderas, si el número de lamas diferentes que existen es limitado el resultado puede ser artificial, aunque el diseño en si sea de calidad.
- Calidad del relieve o sincronización. La superficie de los laminados no es completamente lisa, existe cierto relieve. En los laminados de calidad además existen sincronía entre este relieve y el dibujo. Es decir que no solo seamos capaces de ver la veta de la madera, podamos sentirla.